lunes, 9 de agosto de 2010

Comienza el mes de elul y se acercan los Iamim Noraím

Mañana, martes, comienza el mes de elul, el último del calendario judío y el anterior a los Iamim Noraím de Rosh Hashaná y Iom Kipur. El director general de Jabad Lubavitch-Argentina, Rab. Tzvi Grünblatt, explicó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que los próximos 40 días, hasta Iom Kipur, son “un momento de reencuentro” y que con elul “empieza un mes de balance del año transcurrido, cuyo objetivo es la superación”, de modo de “arreglar todo los temas pendientes”.
Mañana, martes, comienza el mes de elul, el último del calendario judío y el anterior a los Iamim Noraím de Rosh Hashaná y Iom Kipur.El director general de Jabad Lubavitch-Argentina, Rab. Tzvi Grünblatt, explicó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que los próximos 40 días, hasta Iom Kipur, son “un momento de reencuentro”, en coincidencia con lo expresado por D’s a Moshé en el desierto: “Perdoné, de acuerdo a tu pedido”.Se trata de “un mes de balance del año transcurrido”, cuyo objetivo es “la superación” y no “que todo quede igual”.El rabino amplió el concepto con una metáfora: “El balance permite saber qué unidades de negocio dan ganancia y qué otras dan pérdida, cuáles deben ser reforzadas y cuáles son exitosas, para poder trabajarlas más. Así también la persona tiene que dedicarse a producir mitzvot y buenos actos durante todo el año”, pero “no puede estar analizándose constantemente; por eso hay que hacer un pequeño alto para revisar la conducta de cada uno y tomar decisiones como para cerrar bien ese año y empezar mejor el que viene”.Con el nuevo mes “comenzamos a tocar el shofar en el templo todas las mañanas”, así como hizo el Pueblo de Israel para contar los 40 días que Moshé había dicho que estaría ausente cuando subió al monte Sinaí para recibir las Tablas de la Ley, recordó el director general de Jabad Lubavitch-Argentina.Claro que los judíos lo utilizaron para saber cuándo regresaría porque durante ese período construyeron y adoraron al becerro de oro, practicando la prohibida idolatría.Pero Grünblatt aclaró que “hicieron mal el cálculo” porque no tuvieron en cuenta que, según la tradición hebrea, cada día comienza la noche anterior, de modo que Moshé volvió “antes” y los descubrió.“Además, se toca el shofar para despertar el corazón y anunciar que están llegando esos días especiales de Rosh Hashaná y Iom Kipur Rosh, en los cuales el iehudí tiene la posibilidad de arreglar todo los temas pendientes del año”, agregó el rabino, y ejemplificó: “Es momento para arreglar los tefilín, las mezuzot de las casas, los temas de cashrut”.El director general de Jabad Lubavitch-Argentina enseñó que a partir de mañana, también, las comunidades ashkenazíes “agregamos todos los días, en el rezo, el salmo 27, que comienza con las palabras de David: ‘D’s es mi luz (Rosh Hashaná) y mi salvación (Iom Kipur)’”.Por otra parte, “ya hace 10 días que estamos deseándonos cosas buenas para el año entrante; o sea, ‘Jatimá tová’, que significa ser inscriptos y sellados para un nuevo año”, concluyó Grünblatt, quien aprovechó la ocasión “para desearles a todos ‘Shaná tová umetuká’, ‘Gmar
Jatima Tová’ y que (elul) sea un mes fructífero para que terminemos el año con más fuerza y energía”.


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