Recientemente se inauguró con bombos y platillos (y avalanchas masivas de público) el gran complejo de cine “G Cinema City” en la ciudad de Rishon Lezion, uno de los más grandes, suntuosos y cómodos de Israel y quizás, tal como lo presentan sus fundadores, los hermanos León y Moshé Edri y Jacob Cohen, de todo el Medio Oriente.
Hay realmente razones para correr a visitar el complejo.No es un centro comercial porque a propósito no se han abierto tiendas, solo sitios de comida y escenarios para presentaciones en 26 salas de cine y teatro equipadas con la tecnología más avanzada.
León Edri (que junto a su hermano menor Moshé son también los dueños de Cinema City en el cruce Glilot) nos cuenta que se invirtieron uno 450 millones de shékels en este complejo, de 45.000 metros cuadrados, con las 26 salas que sirven para proyectar películas pero también para presentar obras de teatro y cuentan con 4.000 butacas espaciosas y confortables (explica que por el espacio normalmente se podrían ubicar seis o 7.000 butacas pero la idea fue la de ofrecer el máximo de comodidad). Toda la tecnología de proyección fue ideada por León, quien además inventó y patentó una “Sala de vidrio”, toda transparente, en la cual invirtió 4,5 millones y en el que los personajes del film, ya sea tridimensional o regular, rodean al espectador saliendo de las paredes, techo y pisos. Este invento de Edri revolucionó el mundo del espectáculo y ya ha despertado el interés de directores y empresarios extranjeros que llegaron a Israel a verlo (está patentado) y con el fin de adoptarlo.
Hay realmente razones para correr a visitar el complejo.No es un centro comercial porque a propósito no se han abierto tiendas, solo sitios de comida y escenarios para presentaciones en 26 salas de cine y teatro equipadas con la tecnología más avanzada.
León Edri (que junto a su hermano menor Moshé son también los dueños de Cinema City en el cruce Glilot) nos cuenta que se invirtieron uno 450 millones de shékels en este complejo, de 45.000 metros cuadrados, con las 26 salas que sirven para proyectar películas pero también para presentar obras de teatro y cuentan con 4.000 butacas espaciosas y confortables (explica que por el espacio normalmente se podrían ubicar seis o 7.000 butacas pero la idea fue la de ofrecer el máximo de comodidad). Toda la tecnología de proyección fue ideada por León, quien además inventó y patentó una “Sala de vidrio”, toda transparente, en la cual invirtió 4,5 millones y en el que los personajes del film, ya sea tridimensional o regular, rodean al espectador saliendo de las paredes, techo y pisos. Este invento de Edri revolucionó el mundo del espectáculo y ya ha despertado el interés de directores y empresarios extranjeros que llegaron a Israel a verlo (está patentado) y con el fin de adoptarlo.
Según parece, éste será “el cine de los años 2050”, pues con el próximo advenimiento de la televisión tridimensional y otros de- sarrollos tecnológicos que tienden a mantener al espectador en su hogar, los dueños de salas de cine deberán inventar novedades para continuar atrayendo al público.
En el complejo G hay un centro de proyección digital muy elaborado, que se dirige desde un centro de control, hay acústica especial y muchas otras atracciones. Las salas están divididas en temas y el diseño de cada una responde al género de los filmes o al teatro. Hay varias salas para cine infantil y las butacas y paredes con dibujos animados, salas para cine romántico con butacas con corazones, cine de suspenso-misterio con personajes famoso de terror, etc.
Todo fue construido especialmente para este complejo en la localidad de Figueres, España (donde hicieron el mobiliario de la Casa Blanca de Estados Unidos). En las afueras del edificio se erigió un gigantesco Parque Jurásico con enormes dinosaurios y otras bestias.
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